EL ABANDONO NUNCA ES UNA OPCIÓN: ESTERILIZA, CONCIENCIA Y DENUNCIA
La pasada semana, una vez más, CIMPA Alcalá se hizo cargo de una numerosa camada de cachorros que habían sido abandonados a su suerte en nuestro término municipal.
Ocurrió el 4 de noviembre en el entorno de la vía pecuaria del barrio alcalaíno de El Olivar. Una vecina que paseaba por la zona encontró a 12 bebés de poco más de un mes abandonados en una caja de cartón y lo comunicó a las compañeras de la asociación Tribu Alma Animal, quienes, a su vez, dieron aviso a Policía Local para activar el protocolo correspondiente. Diez de estos cachorros fueron trasladados a nuestro centro y, por su parte, la asociación acogió a los dos restantes.
Huelga decir que estos 12 pequeños no habrían sobrevivido siquiera una noche a la más absoluta intemperie, sin agua, sin comida y sin abrigo. Lo mismo habría ocurrido con la camada de diez bebés abandonados en el interior de una caja en una gasolinera de la ciudad, con los cuatro bebés podencos encontrados en plena calle dentro de una bolsa, con los innumerables gatitos lactantes o de escasos meses que son abandonados o separados de sus madres por negligencia o desconocimiento… Y estos son solo algunos ejemplos en los que el azar ha querido que estos seres indefensos e inocentes fuesen rescatados gracias a la colaboración ciudadana. Desgraciadamente, en la mayoría de los casos, el desenlace es totalmente distinto y fatal.
Desde el CIMPA, manifestamos nuestra más absoluta repulsa ante este tipo de sucesos que, tristemente, ocurren con demasiada frecuencia en nuestra ciudad. En primer lugar, el abandono de animales es un delito tipificado en nuestra legislación, pero, además, es un acto cruel e inhumano, más aún cuando se trata de bebés lactantes o de escasos meses extremadamente frágiles y vulnerables y absolutamente dependientes de los cuidados de su madre. Son muchos los casos en que, a pesar del esfuerzo y los cuidados, los bebés no consiguen sobrevivir.
No debemos olvidar que es responsabilidad y obligación de cualquier persona que tenga un animal a su cargo velar por el bienestar de este y esterilizar, conforme indica la ley, para evitar camadas indeseadas, el sufrimiento innecesario de los bebés y de la mamá y, también, la saturación y el colapso de los centros de protección animal y de las asociaciones y entidades colaboradoras.
Y, por supuesto, es responsabilidad de toda la ciudadanía educar y colaborar para favorecer el bienestar de todos los seres que convivimos en nuestra ciudad. Por favor, no fomentes el abandono y el sufrimiento: esteriliza, ayúdanos a concienciar y, si eres testigo de un acto de abandono, denuncia.